La Denominación de Origen Valencia, arraigada en la provincia homónima desde su establecimiento en 1932, ha desempeñado un papel fundamental en la historia vinícola de España. Con 87 bodegas y alrededor de 10.800 viticultores comprometidos con la calidad, abarca una extensión de viñedo de unas 1.500 hectáreas. El suelo, variado en tipo y composición, refleja la diversidad geográfica de la región, desde lo fluvial en la costa hasta lo calizo y arenoso en las zonas más altas.
El clima, predominantemente mediterráneo con influencias continentales, experimenta variaciones según la altitud y la proximidad a la costa, con fuertes vientos y precipitaciones en las zonas más interiores. Esta diversidad se refleja en las subzonas de la D.O. Valencia, como Alto Turia, Valentino, Moscatel y Clariano.
En cuanto a las variedades de uva, la D.O. Valencia cuenta con una amplia gama de blancas y tintas, desde las clásicas como Macabeo y Garnacha Tinta hasta las más modernas como Chardonnay y Syrah.
Los vinos de esta denominación tienen una larga historia, remontándose al siglo II a.C., cuando el vino de Sagunto era mencionado por escritores como Juvenal y Marcial. A lo largo de los siglos, Valencia ha sido un importante puerto marítimo para la exportación de vinos, lo que ha contribuido a su reconocimiento internacional.
A pesar de que gran parte de su producción se destina al mercado exterior, los vinos de la D.O. Valencia están ganando reconocimiento en España, especialmente en restaurantes de renombre. Con una amplia variedad que incluye tintos, blancos, rosados, rancios, dulces y espumosos, ofrecen una experiencia vinícola única y de alta calidad.
En cuanto a los porcentajes mínimos de volumen alcohólico, se establece un estándar del 10% para los blancos y rosados, 10.5% para los tintos y espumosos, y 15% para los vinos de licor y rancios. La Denominación de Origen Valencia continúa su legado de excelencia y tradición, posicionándose como una de las regiones vinícolas más importantes de España.
