El Vino de Jerez es un universo de matices y estilos, y dentro de sus joyas más dulces encontramos el Pedro Ximénez C11, un vino elaborado con uvas 100% Pedro Ximénez procedentes de la zona de Montilla-Moriles, donde esta variedad alcanza su máxima expresión. Los viñedos se asientan sobre los característicos suelos de albariza, que aportan equilibrio y frescura a este vino singular.
Su elaboración comienza con el tradicional proceso de asoleo, en el que las uvas recién vendimiadas se extienden al sol durante dos semanas para deshidratarse lentamente y concentrar azúcares y aromas. El mosto resultante se transforma en una mistela de uva pasa fortificada, que posteriormente envejece en botas de roble americano mediante antiguas soleras de Pedro Ximénez. Este sistema de 2 clases otorga al vino una crianza de unos 5 años, conservando su carácter joven, vibrante y afrutado.
El resultado es un vino dulce natural de gran riqueza sensorial, con notas intensas de orejones, dátiles, pan de higo y miel, que se entrelazan con recuerdos de fruta compotada y un paladar sedoso, envolvente y persistente. Su expresión aromática y gustativa lo convierte en un vino perfecto para quienes buscan descubrir la faceta más golosa del Vino de Jerez.
El Pedro Ximénez C11 se embotella en sacas limitadas, dos al año, lo que garantiza su frescura y autenticidad. Se recomienda servir entre 12 y 15 ºC, temperatura ideal para disfrutar de toda su intensidad.
Este vino armoniza de manera excelente con postres como tartas de chocolate, helados de vainilla, quesos azules o simplemente como copa final de una comida especial. El Pedro Ximénez C11 es un viaje sensorial al corazón del Vino de Jerez, donde tradición y dulzura se funden en perfecta armonía.
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Quesos azules
Postres dulces
Chocolates y postres de cacao
Bodegas Barrero: Embotellando la esencia de una tierra sin igual
Bodegas Barrero es una bodega familiar de Sanlúcar de Barrameda, tierra de calma, brisa marina y tradición vinatera. Desde sus orígenes, la bodega ha sido sinónimo de autenticidad y calidad, elaborando vinos que reflejan el alma del Vino de Jerez y, en especial, la personalidad única de la Manzanilla sanluqueña.
La joya más reconocida de la casa es la Manzanilla Gabriela, un vino con nombre propio que se ha convertido en referente dentro del Marco de Jerez. Junto a ella, etiquetas como Pipiola y otras referencias de la bodega representan la unión entre historia, paciencia y un saber hacer transmitido de generación en generación. Cada botella es el reflejo del compromiso de la familia Barrero con la excelencia, desde el cuidado del viñedo hasta la presentación final.
La calidad de los vinos de Bodegas Barrero tiene su origen en el mosto procedente de los viñedos propios del Pago Balbaína Alta, considerado uno de los mejores del Marco de Jerez. Este enclave privilegiado, gestionado históricamente por viticultores sanluqueños, se caracteriza por los suelos de albariza, ideales para la variedad Palomino Fino. A ello se suman las condiciones únicas de las bodegas situadas en Sanlúcar: la alta humedad y el fresco viento de poniente crean el microclima perfecto para la crianza biológica bajo velo de flor.
Los vinos de Bodegas Barrero maduran lentamente, en silencio y con la serenidad que solo Sanlúcar puede ofrecer. El resultado son vinos con alma, complejos y elegantes, que transmiten la esencia del tiempo y la calma de la tierra que los vio nacer. Cada sorbo de una copa de Vino de Jerez de Bodegas Barrero es un homenaje a la tradición, al mar y a la historia viva de Sanlúcar de Barrameda.
