Una familia de cinco generaciones dedicada al vino y a la vid. Su visión: celebrar la vida, cuidar la tierra y transmitir su legado.
Una familia de cinco generaciones dedicada al vino y a la vid. Su visión: celebrar la vida, cuidar la tierra y transmitir su legado.
Desde sus inicios como bodegueros en el Penedès en 1870 –y como viticultores desde el siglo XVI–, han tenido la gran suerte de que cada generación ha sentido apego y amor por la tierra. La suya ha sido, y es, una vida entre viñedos, tejiendo una conexión indisociable con los paisajes del vino.
Los vinos que firman hoy con el nombre de Familia Torres conforman un mosaico integrado por propiedades en su mayoría históricas, vinculadas a la viticultura desde antaño. Sabemos que estas mismas tierras que trabajamos hoy fueron ya cultivadas hace cientos o miles de años. Se sienten afortunados y, al mismo tiempo, responsables de que estas viñas y estos paisajes continúen hablando a través de sus vinos. Vinos honestos y hedonistas, que realzan la singularidad de su origen y la elegancia.
Historia
Las primeras referencias de su familia como viticultores se remontan al 1559, pero no fue hasta 1870 cuando los hermanos Jaime y Miguel Torres Vendrell fundaron la bodega en Vilafranca del Penedès, con vocación exportadora.
Familia
Dos generaciones al frente de la bodega, compartiendo la misma visión. Nuestro sueño es que algún día la sexta generación sienta también la llamada de las viñas y pueda dar continuidad a esta apasionante aventura vitivinícola.
Esencia
A lo largo de 150 años, han preservado su identidad como bodega familiar, transmitiendo de padres a hijos la pasión por la cultura del vino desde el respeto por la tierra y la tradición y la apuesta por la innovación.