Bodega Terrazas de los Andes

A finales de los años cincuenta, la empresa francesa Moët & Chandon envía a Latinoamérica a enólogo principal, Renaud Poirier con una única misión, examinar la capacidad de proyección de la región para con la actividad vinícola.

Tras recorrer diferentes lugares, el enólogo Poirier visita Lujan de Cuyo, emplazado en la provincia de Mendoza , y queda impresionado con las posibilidades de esta región y además con los viñedos en altitud.

Fue en ese preciso momento cuando el enólogo de la compañía francesa y esta, deciden expandirse fuera de las tierras galas, creando sus primeros vinos fuera de estas.

No sería hasta finales de siglo, 1999, cuando Moët Hennessy Wine Estates y Bodegas Chandon Argentina inauguran Terraza de los Andes, con la finalidad de crear de vinos a partir de viñedos que se alimentan gracias al deshielo de la tan famosa Cordillera de los Andes .

Al tratarse de viñedos cultivados en altitud, la existencia de un contraste de temperaturas entre las diurnas y las nocturnas favorecen a una mayor sabor y aroma de la uva.

Como objetivo principal la compañía es la preservación y calidad de la uva en su elaboración, conservando de esta manera la altitud de cada uno de los viñedos y el tipo de uva: Malbec situado a 1067 de altitud, Cabernet Sauvignon a 980, Chardonnay a 1200 metros y por último la variedad de Syrah a unos 800 metros.

La ideología principal de Terraza de los Andes nace a partir de otra mucho más antigua y de origen español fundada por Sotero Arizu en 1898, unos de los pioneros en la industria vinícola en Argentina.