El vino que tenemos el honor de presentar pertenece a la prestigiosa Denominación de Origen Bierzo, una región vinícola española que ha ganado reconocimiento mundial por la calidad y singularidad de sus vinos. En particular, este vino se distingue por ser elaborado exclusivamente con la variedad de uva Mencía al 100%, una cepa autóctona que encuentra en el Bierzo su hogar perfecto.
Lo que hace a este vino verdaderamente especial es su origen, ya que proviene de las pequeñas y centenarias parcelas denominadas Leiros. Estas parcelas se encuentran en laderas con una impresionante pendiente del 25%, lo que agrega un factor de dificultad a la viticultura, pero también es un testimonio del compromiso con la tradición y la calidad que caracteriza a esta región.
La altitud de estas parcelas es notable, alcanzando los 700 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud aporta un microclima único, con amplitud térmica, lo que significa que las diferencias de temperatura entre el día y la noche son notables. Este fenómeno contribuye a un desarrollo óptimo de las uvas, aportando complejidad y carácter al fruto.
Un aspecto especialmente distintivo de este viñedo es la presencia de cepas prefiloxéricas, es decir, cepas que sobrevivieron a la plaga de filoxera que devastó los viñedos europeos en el siglo XIX. Estas cepas centenarias son una verdadera joya, y su presencia en Leiros es un testimonio de la rica herencia vinícola del Bierzo.
El suelo de estas parcelas es igualmente excepcional, siendo escarpado, calcáreo y poco profundo, compuesto por una capa de sub-suelo rica en minerales. Este tipo de suelo agrega un carácter mineral y una profundidad única al vino, que se manifiesta en su sabor y aroma.
La elaboración de este vino comienza de la manera más tradicional y cuidadosa: la vendimia se realiza de manera manual. La recolección de las uvas, al igual que en generaciones anteriores, es una actividad llevada a cabo con esmero y precisión, manteniendo viva la tradición.
Para completar su proceso de creación, este vino envejece durante un impresionante período de 24 meses en barricas de roble francés. Esta crianza es esencial para dotar al vino de la estructura y complejidad que lo caracterizan.
En resumen, este vino es una expresión auténtica de la región del Bierzo, capturando la esencia del terruño y la herencia vinícola centenaria. Cada botella es un testimonio de la dedicación, la pasión y el compromiso con la tradición que se invierten en su creación. Es una verdadera joya vinícola que merece un lugar destacado en la colección de cualquier amante del vino.
Nota de cata del Vino Tinto Viñademoya Leiros:
Nariz: Aroma a frutas negras, dulces, recuerdos minerales a pizarra y tostados como la vainilla y el chocolate.
Boca: Con cuerpo, redondo yexcelente equilibrio.