Cava Gramona

La historia de la cava Gramona es una fascinante travesía por el tiempo, entrelazando tradición, pasión y visión. Todo comenzó en 1850, en el idílico valle del río Noia, donde Josep Batlle, tatarabuelo de la familia, desempeñaba con esmero sus roles de bodeguero y agricultor. Durante el azote de la filoxera, su hijo Pau Batlle halló una oportunidad, vendiendo vino a los productores franceses de espumosos, quienes ya estaban familiarizados con Cataluña, gracias a su suministro de corchos. Fue con la variedad xarel·lo que Pau comenzó a perfeccionar sus vinos para este fin específico.

Con el paso del tiempo, las alianzas familiares fortalecieron el legado. Pilar, hija de Pau, unió su vida con Bartolomé Gramona, vinculado profundamente al mundo vinícola, siendo su padre, Josep Gramona, fundador de una publicación esencial y presidente del Gremio de Taberneros de Barcelona.

El año 1945 marcó el inicio de una era dorada bajo la dirección de Bartomeu y Josep Lluís. Estos visionarios, determinados y audaces, introdujeron en el Penedés vinos espumosos de larga crianza, destacando el Gramona III Lustros, concebido en 1951 y comercializado una década después, consolidándose como pionero en su categoría.

El 2021 se convirtió en un año emblemático para la familia Gramona, celebrando su primer siglo como elaboradores de espumosos y 140 años de tradición vitivinícola. Actualmente, el legado Gramona se encuentra en manos de Jaume y Xavier Gramona, respaldados por la energía y visión de sus hijos Roc y Leonard. Esta generación actual, consciente de la rica herencia que poseen, trabaja de manera pausada y meticulosa, perpetuando la tradición y excelencia que siempre ha caracterizado a Gramona. Es una historia de dedicación, donde cada generación aporta su esencia, manteniendo viva la pasión por el vino.