Inmersión vitivinícola en el corazón del Matarraña
Cuatro personas se conocieron en un Máster de Enología y Viticultura en Madrid. Al compartir la misma pasión, tras realizar vendimias por el mundo, deciden unirse para crear una bodega desde cero en la Comarca del Matarraña.
Comarca del Matarraña
La Comarca del Matarraña tiene una larga historia como zona vitivinícola.
Durante la Edad Media, el pueblo turolense de Peñarroya de Tastavins, a menos de diez kilómetros de nosotros, fue un centro importantísimo en el comercio del vino, puesto que allí se reunían los compradores catalanes y valencianos con los vendedores aragoneses y navarros, para «testarlos». De ahí nace el nombre del río Tastavins, que significa «cata de vinos».
Recuperación Viñas Viejas
Antes de que naciera este proyecto, ya había viñas plantadas en la «Finca Mas de Llucia» desde 1972. Dichas viñas, de más de cincuenta años, las rescatamos y ahora nos permite la oportunidad de elaborar con ellas Senglar y Saviesa. Los vinos elaborados con cepas viejas poseen una complejidad mayor que la de una plantación joven, al tener menor producción sus racimos, su concentración es mayor y por eso son tan especiales.
Variedades Autóctonas
La decisión de escoger variedades de uva autóctonas permite a estas plantas adaptarse y desarrollarse mejor con la menor intervención ya que se encuentran en su hábitat, de esta forma es un cultivo más sostenible.
Finca
Nos encontramos en Monroyo, Comarca del Matarraña (Teruel). Se halla en una estribación del macizo de los Puertos de Beceite, la cadena montañosa que conforma el extremo nororiental de la Cordillera Ibérica y que la une con la Cordillera Litoral catalana.