La sidra es una bebida alcohólica de baja graduación elaborada con el jugo fermentado de la manzana.
La palabra “sidra” proviene del latín sicĕra, que a su vez proviene del hebreo šēkāt (hebreo primitivo), con el significado de bebida embriagadora.
Es una bebida muy antigua ya conocida y elaborada por hebreos, egipcios y griegos, y desde tiempos inmemorables en la península ibérica, sobre todo en el territorio Astur.
Actualmente es una bebida muy extendida en todo el mundo, pero sobre todo es tradicional en países como Alemania, Inglaterra, Francia, España y Canadá.
En España el 90% de la producción de esta bebida está en País Vasco y sobre todo Asturias dónde existe una Denominación de Origen Protegida para la sidra.
El proceso de elaboración de la Sidra comienza con la recolección de las manzanas, proceso que en la actualidad se hace prácticamente de manera manual. Estas frutas son trituradas con molinos y posteriormente prensadas para sacar el mosto, una vez extraído, éste se bombea a los toneles de castaño o de acero para su fermentación. El proceso de la fermentación que, gracias a la acción de bacterias y levaduras, hace que el azúcar se convierta en alcohol y desprende anhídrido carbónico. Finalmente, se realizan los trasiegos y la sidra ya puede envasarse.