Vino Espumoso Prosecco Cuvee Nobile Brut Conca D'oro Veneto

Rinaldi:

Desde hace más de cuarenta años, la familia Rinaldi elabora vinos de autor en la región de Monferrato, una de las zonas vinícolas más prestigiosas del bajo Piamonte. Comprometidos con la conservación de la larguísima tradición vitivinícola piamontesa y la aplicación de modernas tecnologías de vinificación, son conocidos en la región por su meticulosa atención a cada detalle, que da como resultado vinos redondos, estructurados y elegantes.

Fossa Mala:

Villa Fossa Mala, envuelto entre los viñedos del Friuli, es la finca ecológica de la familia Roncadin. Dirigida por la experta en agricultura Katia Rocandin la bodega está inmersa en una naturaleza acogedora y en la historia de una tierra milenaria. Los vinos que produce son el resultado de la combinación adecuada de tradición e innovación continua y esto es lo que Fossa Mala ofrece a través de sus vinos. En poco más de 10 años, ha sido capaz de obtener importantes premios para sus vinos como el Sauvignon Fossa Mala 2017 Friuli Grave DOC que fue galardonado con la Medalla de plata en el Concurso Mundial de Sauvignon 2019 o el Pinot Grigio Friuli Grave DOC que le fue otorgada la Medalla de oro en el Mundus Vini Summer Tasting 2020.

Zenato:

La historia de la bodega Zenato es la de una familia que sigue el sueño de su fundador Luigi, recoger los frutos y transformarlos no sólo en vinos, sino también en emociones. La bodega cuenta con 95 hectáreas situadas en las zonas de Lugana y Valpolicella y son promotores de variedades de uva autóctonas ahora reconocidas en todo el mundo, como el Trebbiano di Lugana. Inmersas en una zona rica en rosas rojas, olivos y cipreses, se cultivan las uvas Corvina, Rondinella y Molinara que la sabiduría de la familia transforma en vinos de prestigio como Valpolicella, Ripasso y Amarone.

Coca D´oro:

La historia de la bodega Zenato es la de una familia que sigue el sueño de su fundador Luigi, recoger los frutos y transformarlos no sólo en vinos, sino también en emociones. La bodega cuenta con 95 hectáreas situadas en las zonas de Lugana y Valpolicella y son promotores de variedades de uva autóctonas ahora reconocidas en todo el mundo, como el Trebbiano di Lugana. Inmersas en una zona rica en rosas rojas, olivos y cipreses, se cultivan las uvas Corvina, Rondinella y Molinara que la sabiduría de la familia transforma en vinos de prestigio como Valpolicella, Ripasso y Amarone.

Ca’ De’ Medici:

Gracias a un clima único y a un terroir históricamente reconocido, los viñedos de Ca’ De’ Medici siempre han sido muy apreciados. El trabajo de la familia con las variedades Lambrusco, Maestri, Salamino y Grasparossa, perfeccionado hace más de un siglo y transmitido a través de cinco generaciones, ha dado a sus Lambruscos un sabor intenso, afrutado y muy elegante, con burbujas finas y persistentes y una calidad genuina que los distingue de los productos más comerciales.

Beconcini:

Guardianes de un secreto tan antiguo como la tierra, la familia Beconcini trabaja con dos reglas fundamentales, la fidelidad a su tradición y un continuo deseo de aprender, es lo que se denomina la Innovación del pasado. Aplicada a las variedades de Sangiovese, Canaiolo, Colorino, Malvasia Nera y Tempranillo, esta filosofía les ha permitido crear vinos originales, complejos y longevos, de tonos intensos y taninos suaves y ricos, típicos de los suelos arcillosos de la zona.

Ridolfi:

La Bodega Ridolfi, fundada en 1290, se encuentra en el corazón de la Toscana. Este histórico viñedo, renovado en 2014, combina tradición e innovación. Situada en la localidad de Mercatali, la bodega mantiene un enfoque artesanal, seleccionando uvas a mano y usando levaduras autóctonas. La fermentación prolongada en tanques de acero resalta la pureza del vino. Además, desde 2014, Ridolfi opera de manera completamente orgánica, respetando el medio ambiente y mejorando la fertilidad del suelo con métodos naturales.

Villa Matilde:

Fundada con una visión de excelencia y arraigada en la rica historia de la familia Avallone, esta bodega es un testimonio vivo de la profunda conexión que la familia tiene con la tierra y su legado en la producción de vinos. Desde su fundación hace más de medio siglo, Villa Matilde ha florecido en la escena vinícola, estableciendo estándares de calidad y excelencia que perduran hasta el día de hoy. La bodega se ha convertido en un emblema de la tradición y innovación en la región de Campania.

Giuseppe Cortese:

Describir la bodega Giuseppe Cortese es definir el fuerte vínculo que une a una gran familia y un profundo amor por la tierra. Situada en la colina de Rabajá, donde la familia ha vivido durante generaciones, la bodega ha recuperado el valor de la uva Nebbiolo, que siempre se ha cultivado en los campos que rodean la ciudad de Barbaresco, pero que históricamente fue ignorada por la aristocracia a pesar de generar un vino de extraordinaria calidad, intenso y elegante. El soberbio Barbaresco Rabajá, elaborado al 100% con uvas Nebbiolo, demuestra que mereció la pena.

Silvestri:

En el corazón de las colinas romanas, donde la elaboración del vino y otras tradiciones ancestrales han conservado sus sabores originales a lo largo de los siglos, se encuentra el origen de las bodegas Silvestri. La historia comienza en 1929, en la localidad de Genzano di Roma, cuando el fundador Alfredo Silvestri empezó a producir y embotellar vinos Castelli Romani. Esta pasión y experiencia se ha transmitido de padres a hijos y hoy en día su nieto Alfredo es quien dirige la Cantine Silvestri junto con su esposa Beatrice miembro de la familia Paris, viticultores desde hace cuatro generaciones.

Trullo di Pezza:

Trullo di Pezza lleva más de veinte años cultivando viñedos y olivares en una superficie de 100 hectáreas en Torricella, cuyos campos rodeados de naturaleza son un oasis de paz perfecto para la elaboración del vino. El respeto por la naturaleza y la valorización de la realidad preexistente son los valores fundacionales sobre los que Simona y Marika Lacaita han construido la identidad de Trullo di Pezza, contando con el viñedo heredado de sus padres, constituido por diversas variedades autóctonas. La huella del proyecto vitivinícola es joven y femenina, al igual que las dos hermanas Lacaita, que hoy en día lo llevan adelante.