Líder mundial en vinos aromatizados y burbujeantes como vermouth, la gama de productos de Martini acaba de cumplir siglo y medio de existencia.
Estilo elegancia, pasión y actitud define a este firma italiana que cumple 150 años. Estar en la brecha desde 1863, se debe a incontables factores y a una labor que, año tras año, se encamina a un único fin: mantener la calidad de un producto al que avala un trabajo de artesanía.
Un muestra de su saber hacer es la manera con la que la icónica casa italiana ha celebrado su aniversario, en la orilla del Lago de Como con una gala de celebración llena de mágicos momentos Martini del pasado, el presente y el futuro. La artista internacional Lily Allen, el pianista nominado al Grammy Chilly Gonzales, el DJ y productor Mark Ronson y la topmodel y actriz Rosie Huntington-Whiteley fueron algunos de los invitados de la exclusiva celebración que tuvo lugar en Villa Erba.
Desde un escenario flotante en Lago de Como tuvo lugar la actuación más especial de la noche con la colaboración única entre Lily Allen y Chilly Gonzales. Mark Ronson animó la pista de baile con un show creado especialmente para la ocasión.
No hace falta hacer gran búsqueda en la memoria de cada uno de nosotros para recordar algún momento en donde una celebración fuese brindada con un “dry Martini” con su deliciosa aceituna flotando y, casi a la vez, surgirá un recuerdo de todos los agentes 007 pidiendo su Martini, “shaken not stirred” o “agitado, no revuelto”.
Y como muestra de la continua relación de Martini con el cine, la renombrada Orquesta Italiana del Cinema entretuvo a los invitados de la celebración, con una selección de temas de las mejores películas de Fellini.
La historia de Martini Vermouth
Esta marca es tan especial, y ha condicionado tanto el mundo de la coctelería, que es de los escasos ejemplos donde su nombre, da sentido a un cóctel.
Durante 150 años, para elaborar el extraordinario sabor del Martini y sus vinos, se han utilizado los mejores botánicos escogidos por verdaderos maestros artesanos.
Son estos expertos en sabor quienes trabajan para lograr los mismos estándares excepcionales de calidad que la marca ha mantenido desde 1863 cuando Luigi Rossi, herborista y experto en licores, creó el Martini. Luigi, junto al visionario Alessandro Martini, vendedor de gran talento, y el administrador Teofilo Sola, fundaron en Turín (Pressione), hace 150 años, una marca para la leyenda.
Todo el mundo habla de la “fórmula de la Coca-Cola” pero pocos saben que la formula del Martini es igual de secreta, residiendo su conocimiento en cuatro personas y estando la misma, depositada en una caja fuerte de un banco suizo. Los tesoros, hay que protegerlos.
Dicho esto, si conocemos bien sus componentes: díctamo de Creta, violeta de Olor, frambuesa, limón, cuasia de Jamaica, raíz de lirio, calvo de Magadascar y canela de Ceilan. En resumen, cada trago de Martini te permite recorre el mundo en sabores.
En la actualidad Ivano Tonutti es el octavo maestro herborista de la casa y encargado de supervisar la búsqueda de los mejores botánicos del mundo. Junto a su equipo, analiza más de 500 muestras al año mediante tacto, gusto y olor y preserva sus investigaciones en los archivos de la stanza delgli aroma “la estancia de los aromas”.
Luego le llega el turno a Giuseppe Musso, maestro mezclador cuya labor consiste en seleccionar y mezclar vinos óptimos para conseguir un buen maridaje con los elixires de Tonutti. La esencia aromática de sus 40 ingredientes es capturada y mezclada con alcohol natural en un “tamburo” recipiente que gira únicamente dos veces al día sobre su eje durante dos semanas.
La mezcla final del Martín, tiene lugar en el departamento 54, donde el vino y el resto de ingredientes se añaden a un minucioso orden son recibir presión o calor.
El cumpleaños de Martini ha llegado también a las etiquetas, que rinden homenaje a la imagen que la marca mostraba entre 1876 y 1997, vistiendo botellas de las variedades Rosso, Bianco y Rosato.
La etiqueta muestra la imagen de la diosa romana de la fama (conmemorando el Gran Premio conseguido en la Exposición Universal de Paris de 1878) el escudo de armas de la casa real italiana (otorgado por el rey Vittorio Emanuele II, en 1868) y el escudo de armas de Turín.
