Los vinos de Toro cuentan con una gran tradición ya que sus orígenes se remontan a períodos prerrománicos.
Historia de los vinos de Toro
El vino de Toro tiene una historia rica y fascinante que se remonta a la Edad Media, cuando comenzó a ser apreciado por la nobleza y la realeza. Su prestigio creció rápidamente, ya que era permitido su comercio en ciudades donde la venta de otros vinos estaba prohibida, lo que lo convirtió en una bebida muy codiciada. Durante esta época, los vinos de Toro llenaban las bodegas reales y se embarcaban en navíos que alcanzaban las tierras del Nuevo Mundo, llevando consigo una parte de la cultura vinícola española a través de los mares.
En el siglo XIX, el vino de Toro experimentó un nuevo capítulo en su historia cuando comenzó a exportarse en grandes cantidades a Francia para suplir la falta de vino causada por la devastadora plaga de la filoxera. Este período de exportación masiva no solo ayudó a mantener la economía vitivinícola de la región, sino que también contribuyó a la difusión de su reputación más allá de las fronteras españolas.
En el siglo XX, se sentaron las bases para la creación de lo que eventualmente se convertiría en la Denominación de Origen Toro. Este proceso culminó en 1987, cuando se estableció oficialmente la denominación, proporcionando un marco regulatorio para la producción y comercialización de los vinos de la región. Bajo el paraguas de esta denominación, 51 bodegas, incluida Nexus&Frontaura., se esfuerzan por mantener los más altos estándares de calidad y autenticidad en la elaboración de sus vinos.
Los vinos tintos de Toro se distinguen principalmente por estar elaborados con la variedad autóctona Tinta de Toro. Los viticultores y enólogos de la región trabajan diligentemente para asegurar que las uvas alcancen el grado de madurez óptimo, buscando siempre la excelencia en cada botella. El resultado son vinos tintos potentes, expresivos y equilibrados, que reflejan fielmente el carácter único del terruño de Toro y la pasión de quienes los elaboran.
Debido a las condiciones meteorológicas particulares del área de producción en Toro, la variedad Tinta de Toro tiende a madurar tempranamente. Esta característica única del clima regional permite a los viticultores aplicar sistemas de maceración carbónica de manera efectiva durante la vinificación. Este proceso, que implica fermentar las uvas enteras en un ambiente enriquecido con dióxido de carbono, resulta en vinos con perfiles aromáticos intensos y sabores frutales vibrantes. Estos vinos, emblemáticos de la región, exhiben una frescura y vivacidad distintivas, que los hacen altamente apreciados por los amantes del vino en todo el mundo. Todo lo que permite aplicar sistemas de maceración carbónica dando lugar a vinos como:
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- Vista: Color picota intenso, muy denso, con ribete violáceo, capa alta.
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- Nariz: Intensidad alta en nariz, suave carácter frutal con matices balsámicos complejos, barrica muy presente con sus torrefactos, café e incluso tabaco…
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- Boca: Vino corpulento, con mucho poder y potencia, carnoso y masticable, un vino largo y penetrante que no dejará ningún paladar con ganas de mas cuerpo…
2. Vino Tinto Frontaura Crianza
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- Vista: Color picota intenso, ribete violáceo, capa media alta , limpio y brillante.
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- Nariz: Nariz intensa y fragante, expresa muchos frutos rojos maduros, tonos de compota, rosas y fondo ahumado.
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- Boca: Largo y corpulento, buena complejidad de sabores, especias y regaliz negro penetrante y sincero.
3. Vino Tinto Frontaura Verdejo
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- Vista: Color amarillo verdoso intenso, brillante y limpio.
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- Nariz: Aromas de fruta madura, toques florales y de sotobosque, leve sensación de madera, buen conjunto fruta-madera.
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- Boca: Vino con cuerpo medio, carácter y sensaciones de poder, leve retrogusto frutal, buena acidez y persistencia.