Historia Bodegas Mariscal
Bodegas Mariscal se fundó en el año 1913 por D. Mariano Mariscal Moltó, con el objeto de elaborar y vender, entonces a granel, los vinos de la zona de Mondejar.
En su trayectoria de más de un siglo de tradición vitivinícola ha ido sufriendo a lo largo de los años sucesivas ampliaciones y mejoras.
Sus instalaciones están impregnadas de historia y nos hablan de la pasión que en ella se ha vivido por la elaboración y crianza de sus vinos.
Situación
La Denominación de Origen “Mondejar”, se encuentra ubicada al sureste de la provincia de Guadalajara, entre los cauces de los ríos Tajo y Tajuña, en la denominada Alcarria Baja, y colindante a la provincia de Madrid en la parte alta de la conocida como Ruta de las Vegas, que transcurre desde la N-II. La distancia con Guadalajara es de 40 Km y con Madrid de 70km.
Nuestro viñedo
Es un viñedo de secano, con producción baja, lluvias más bien escasas y veranos muy cálidos, características que hacen que la maduración sea perfecta, alcanzando un grado medio Bé de 13º en variedades de uva tinta y de 11,5º en variedades de uva blanca.
Las primeras referencias topográficas del viñedo de la zona de Mondejar, como un cultivo plenamente identificado, nos lo proporcionan las conocidas Relaciones Topográficas de Felipe II. Según ellas los caldos de Mondéjar y su comarca ya eran apreciados durante esa época.
Transcurridos los años, la calidad de los productos elaborados en esta zona ha sido garantizada y así lo certifica la creación de la Denominación de Origen Mondéjar, lo cual ha significado el impulso a la calidad de los vinos elaborados y la consiguiente modernización de las instalaciones y del proceso elaborador de sus vinos.
Esta Denominación de Origen abarca una superficie de 3000 ha de viñedo, cubriendo la totalidad de 20 municipios acogidos al Consejo Regulador, y de los que el 80% corresponde al municipio de Mondéjar.
Las variedades de uva utilizadas por Bodegas Mariscal son las que se cultivan en la zona de la denominación de Origen:
- 10% Torrontés Blanco
- 8% Cabernet-Sauvignon
- 2% Sauvignon Blanc
- 40% Malvar Blanco
- 35% Tempranillo Tinto
- 5% Syrah
A finales de Septiembre se realiza la vendimia, eligiendo el momento óptimo para la recolección, dependiendo de la climatología, de la productividad de las cepas, de las distintas variedades de uva, etc…
La elaboración del vino comienza con la descarga de los frutos en la bodega. La importante transformación registrada en las instalaciones de la bodega, así como los más exigentes criterios de los bodegueros y enólogos, hacen que esta operación se realice con especial mimo, haciendo una selección de las partidas de uva destinadas a elaborar los diferentes tipos de vino. Todo influirá en la calidad y personalidad de los vinos que se obtengan.
Aquellos vinos que demuestran un buen potencial, una vez sometidos a degustaciones, mezclas y análisis previos, son seleccionados para crianza. El vino que se somete a crianza, suele ser recio, áspero, agresivo al paladar y de color intenso y vivo, aspectos que poco a poco se irán puliendo y refinando. Durante este proceso, largo y delicado, los vinos van a adquirir una serie de características nuevas, aportadas principalmente por la madera de las barricas. Por tanto, la elección adecuada de las mismas y el tiempo de permanencia del vino en ellas, van a ser factores decisivos en el resultado final.
Posteriormente se realiza la crianza en botella. Todo ello cumpliendo los requisitos mínimos establecidos por el Reglamento de la Denominación de Origen Mondejar.
El tiempo de permanencia en barrica y botella determina las distintas categorías de vino: Crianza o reserva