¿Te has preguntado alguna vez la función de la cápsula en el vino?
Empecemos por explicar que la cápsula de vino se coloca en el cuello de la botella con el principal objetivo de proteger el corcho del exterior y así evitar su deterioro.
La cápsula en la botella de vino cumple una función higiénica, protectora y estética.
Los primeros indicios del uso de cápsulas se remontan a la Edad Media, ya que existían ciertas dificultades como la alteración, falsificación o evaporación del vino.
En el siglo XVIII en Hungría nace la elaboración de las cápsulas, estas eran elaboradas con plomo para los vinos más lujosos y así evitar ciertos inconvenientes como pueden ser, la falsificación.
Tipos de Capsulas
Con la prohibición del plomo por ser peligroso para la salud, hoy en día las cápsulas se trabajan en materiales como:
· PVC: se los emplea para los vinos más económicos.
Son maleables y cumplen el objetivo, pero son muy limitadas en cuanto a su decoración.
· Material complejo: es una combinación entre aluminio y polietileno.
Posee limitaciones decorativas, esta opción otorga rigidez y se suele elaborar en dos piezas para vinos de gama media.
· Aluminio: material resistente, con un aspecto refinado y reciclable.
Se utiliza principalmente en vinos de gama media o alta, en algunos casos puede ocasionar cortes por quien lo manipule.
· Estaño: empleado en vinos de alta calidad, elaborados de una sola pieza.
Cápsulas maleables, elegantes y con muchas posibilidades de decoración y colores.
Se pueden encontrar en el mercado cápsulas elaboradas con lacrado en cera y aunque es más frágil que otros materiales, son utilizados para diseños especiales dando un aspecto de carácter propio.
Las bodegas suelen dejar sin etiquetar y sin encapsular sus botellas almacenadas, dejando este proceso como último paso.
La cápsula en el vino es un elemento bastante útil, desde siempre se ha tenido la necesidad de incluirla.