Vino Tinto Clos Systey Saint-Émilion Grand Cru 2016

“Terroir”: la única palabra francesa que no tiene traducción, la alianza perfecta entre una tierra, un clima, un hombre, una mujer y una viña. Todos se escuchan, se respetan y tratan de comprenderse para producir lo mejor.

Clos Systey nació de la reunión de dos amigos de la infancia, Sylvie Dulong y Stéphan Grawitz, y de la voluntad común de unir sus fuerzas para emprender una nueva aventura vitivinícola y humana. Sylvie: “Soy enóloga de formación y, tras trabajar en una casa comercial, me incorporé a la finca familiar. Una revelación, el contacto carnal con la tierra, por eso convertí rápidamente el viñedo a la Biodinámica. Propiedad vendida, estoy listo para un nuevo reto. » Stephan: “He desarrollado mi carrera como empresario en el sector agroalimentario y de enmiendas orgánicas. Soy amante del vino, me gustan las mesas grandes donde compartir amistad y buenos productos locales, siempre he soñado con tener viñas y hacer vino. "La aventura de Clos Systey da vida a nuestras aspiraciones. Hemos elegido un viñedo a escala humana en la Jurade de Saint Emilion.

El microviñedo de Clos Systey tiene la particularidad de estar formado por una isla de 2 ha compuesta por un 80% de Merlot pero también un 15% de Cabernet Franc y un 5% de Cabernet Sauvignon, un toque de originalidad, ya que es mucho más raro en St Emilion.

Estas tres variedades de uva aportarán cada una su propia especificidad al ensamblaje final: la redondez del Merlot, la estructura del Cabernet Sauvignon, las notas especiadas del Cabernet Franc.

Situado al pie de la ladera, un suelo franco arenoso constituye la primera capa bajo la cual se encuentra un subsuelo con vetas de óxido de hierro llamado escoria de hierro que le da al vino sus cualidades de dulzor, redondez y su aptitud para el envejecimiento.

La edad media de la vid es de 35 años: las viñas, bien establecidas en su entorno, han tomado el tiempo de desarrollar profundamente sus raíces para aprovechar los minerales y el agua necesarios para una dieta equilibrada.

Nuestro trabajo como viticultores es respetar el equilibrio de la naturaleza, mantener vivo el suelo y apoyar la vid a lo largo de las estaciones para que nos dé uvas que sean la auténtica expresión de su terroir.