Vino Tinto Annapurna Diosa de las Cosechas

Un vino creado para quienes aprecian el riesgo y el valor del trabajo hecho a conciencia. Inspirado en Annapurna, una de las montañas más desafiantes de escalar con sus imponentes 8.091 metros sobre el nivel del mar, este vino de altura es la interpretación que la viticultora Belén Rodríguez Doñate y el enólogo Rodríguez de Vera hacen de una garnacha tintorera única. Cultivada en viñedos de pie franco de hasta 55 años y situados a 1.050 metros de altitud, esta variedad aporta a la uva un carácter excepcional, fiel reflejo del entorno extremo y de la dedicación con que se trabaja.

Annapurna, cuyo nombre en sánscrito significa "Diosa de la abundancia", rinde homenaje a la naturaleza generosa de la Garnacha Tintorera, una uva autóctona de la DO Almansa. Adaptada al clima, los suelos y la altitud de la región, es una variedad singular y difícil de encontrar en otras partes del mundo. A diferencia de la mayoría de uvas tintas, la Garnacha Tintorera posee una pulpa roja y carnosa, lo que aporta intensidad de color y una concentración alta de polifenoles con propiedades antioxidantes.

En Finca Los Rodríguez, situada entre los 1.030 y 1.150 metros de altitud, conviven viñas viejas y jóvenes con almendros, olivos, cereales y leguminosas que sirven de alimento a la fauna local. Repartidos en pequeñas parcelas con pendientes de hasta el 10%, suelos arenosos y calizos, y diversas orientaciones, estos viñedos aprovechan un clima extremo que propicia una maduración lenta y una acidez equilibrada. El cultivo, respetuoso y tradicional, está en fase de conversión para la certificación ecológica.

Desde el primer viñedo plantado en 1970, con rendimientos bajos y frutos pequeños de gran calidad, el equipo liderado por Belén Rodríguez Doñate, doctora en nutrición y amante de los deportes de montaña, ha trabajado para crear un vino que desafía los límites.

Annapurna es arriesgada, pura y salvaje. Es un vino elegante, sostenible y comprometido con la responsabilidad y la mejora constante. Para alcanzar la cima, primero hay que cultivar con cuidado cada paso, respetando las raíces y el entorno. Este vino de altura, nacido del esfuerzo y la pasión, está diseñado para quienes buscan un desafío en cada sorbo.