¿Sabes de dónde proceden esos posos y por qué aparecen? ¿Son indicadores de la calidad del vino? ¿Crees que se debe evitar su consumo?
Con frecuencia podemos encontrar en el etiquetado de las botellas de vino la frase: «puede presentar sedimentos». Y es muy probable que al llegar al fondo de la botella los hayas encontrado.
En este nuevo post trataremos de dar respuesta a todas estas preguntas.
Secretos de los Posos del Vino: Naturaleza, Sabor y Cuidado
Los posos del vino son un fenómeno natural que a menudo aparece en los vinos tintos con el paso del tiempo en la botella. Estos posos, también conocidos como bitartratos potásicos, son residuos naturales que se presentan en forma de pequeños gránulos de azúcar en el fondo de la botella o adheridos al tapón.
En esencia, los posos del vino son una amalgama de pigmentos, taninos y la precipitación del ácido tartárico, que también puede estar presente en vinos blancos.
Es importante destacar que la presencia de posos no implica un defecto en el vino y no está relacionada con su calidad. La única precaución necesaria es evitar que los posos se viertan en las copas. Para ello, se puede recurrir a un decantador, que no solo evita su trasvase a la copa, sino que también permite airear el vino si es necesario. Los posos son, de hecho, un recordatorio de la autenticidad y la naturaleza viva de un buen vino.
Vayamos al inicio para entender un poco mejor por qué se originan estos sedimentos o posos. El vino recién extraído de los depósitos de fermentación puede consumirse sin problema, pero presenta varias características que podrían provocar el rechazo del consumidor, como la presencia de sólidos en suspensión y una falta de claridad en su aspecto.
1) El aspecto que presenta no es muy atractivo, ya que este vino no tiene limpidez, sino que es turbio.
2) Es muy poco estable, tanto al paso del tiempo como a los cambios de temperatura, lo que significa que sus características pueden verse alteradas: podrían producirse enturbiamientos, sedimentaciones (podrían formarse posos) y alteraciones del color, del sabor, del aroma y de la textura del vino.
3) El aspecto, el aroma, el sabor o la textura podrían no presentar aún unas cualidades deseables.
La Delicada Danza de la Clarificación del Vino
El proceso de mantener la claridad y estabilidad del vino implica aplicar diversos tratamientos de clarificación y estabilización. Estos procedimientos buscan obtener un vino que satisfaga al consumidor y perdure con el tiempo.
Sin embargo, en bodegas que valoran la autenticidad del vino, se evita el enfriamiento para eliminar los posos, ya que esta técnica podría comprometer su calidad. La reflexión final es que al elaborar vino . El objetivo óptimo es obtener un producto final estable y deseado por el consumidor, minimizando la cantidad de tratamientos. Cada intervención de este tipo implica la eliminación de sustancias que aportan singularidad al vino, lo que nos lleva a preferir encontrar pequeños posos en una botella antes que someterla a tratamientos intensos que eliminarían los posos, pero también parte de las características que lo hacen único.
¡Salud a tod@s!